Caprichos dulces

La tarde de ayer, la pasé con mi madre de tiendas. Una de esas cosas que creo, nos gusta a todas de vez en cuando. Agotadas ya de tantas vueltas, nos sentamos a reponer fuerzas y, por qué no, a darnos un capricho goloso. Y nuestra elección, fue un pequeño rincón de mi ciudad natal: Pomme Sucre.

Un espacio ideado por Julio Blanco, maestro pastelero asturiano que cuenta con varios locales, entre ellos, uno de reciente apertura en Madrid. Todas las delicias que encontraréis allí, son de sus obradores, desde tartas exquisitas hasta bombones de ensueño. Y sus mostradores, se nutren con delicados pasteles de grandes sabores, como el que lleva por nombre "caramelizada de crema de vainilla de Hawai" o "amagüestu" (nombre de una fiesta tradicional asturiana, cuyo elemento principal e ingrediente del pastel son las castañas).

 

El local es cálido, con luces de colores suaves. Madera y armarios blancos, componen la estética de la pastelería, que une lo tradicional con lo más moderno, cuidando hasta el más mínimo detalle. Cada creación de su alta pastelería, se encuentra en sus propias estanterías y neveras, cada uno a la temperatura que le corresponde.

La zona de cafés es la que veis en la parte superior, con mesas de madera y sillas de forja, donde leer una revista o un periódico tranquila. O si lo prefierís, poder charlar con vuestras amigas o vuestra madre como hice yo. Si alguien lo desea, también tienen servicio de catering. 

Os dejo la foto de las tazas, porque me parecen supercucas!! Y del croissant con almendritas. Si os fijáis las tazas son distintas y los platillos para los dulces van a juego con cada taza.

Prometo no pecar más en todo el fin de semana... ¿O si?

Espero que os haya gustado el café favorito de mi ciudad y, disculpad por las fotos, fueron con mi móvil y no salen muy bien!!

Feliz fin de semana a todos!